lunes, 15 de febrero de 2010

¿Toros? No con dinero público





En la administración, igual que sucede en cualquier economía familiar, personal o empresarial, el dinero es un bien limitado y contable, quiere decir que no puede utilizarse dos veces: el dinero que utilizas para una cosa no puedes utilizarlo para otra.

En este sentido las administraciones políticas, del mismo modo que una economía familiar, decide en qué utilizar su recaudación y, en el mismo acto, decide en qué NO utilizarla. De este modo cuando nos decidimos a gastar nuestro dinero en una cosa decidimos a la vez no gastarlo en otra.

A esto le llamamos “teoría del detrimento”, que quiere decir “el perjuicio, daño o desatención de una cosa a favor de la otra". Nuestro sistema político está incurriendo en un detrimento de nuestros intereses como ciudadanos a favor de la industria taurina.

Los aquí manifestantes nos oponemos al detrimento de la sanidad, la educación, el medioambiente, la justicia social, que son urgencias descuidadas para favorecer a una industria cruel e inadaptada a nuestros tiempos, y que basa sus actividades en el maltrato de animales como forma de entretenimiento público y popular.

¿Cuánto dinero recibe la industria taurina?


Según los informes que se publicaron en varios medios de comunicación, son más de 550millones de euros anuales destinados a éstas prácticas, unas nueve veces más que las criticadas subvenciones que recibe el cine español, divididas entre subvenciones directas y gasto público consecuencia de estas actividades.

¿De dónde sale este dinero?

Este dinero sale de los impuestos que todos pagamos diariamente.

¿Quiénes otorgan subvenciones o deciden sobre el gasto público?

Comunidad Europea, Gobierno Central y sus Ministerios, las autonomías, las Diputaciones y Los Ayuntamientos suelen ser los canales mediante los cuales los empresarios taurinos se hacen con nuestro dinero.

¿Y a qué se destina? -

Seguridad y limpieza en fiestas populares.
- Pérdidas de cadenas públicas de televisión.
- Compra de toros para fiestas populares.
- Compra pública de taquilla para regalar.
- Peñas y asociaciones taurinas.
- Subvenciones por dehesas.
- Museos taurinos.
- Construcción y remodelación de plazas de toros.
- Escuelas de tauromaquia, tanto en dinero, como en material y compra de animales para hacer prácticas.
- Subvenciones por cría y sacrificio de toros usados para lidia.
- Promoción nacional e internacional.
- Gasto público en la seguridad social por accidentes en las fiestas populares.
- Subvención de ferias, eventos y congresos de índole taurino.
- Indemnizaciones por accidentes y muertes.
- Subsidios a personas que han quedado inválidas tras cornadas en los encierros.
- Estatuas y monumentos de temática taurinos.
- Concursos de pintura, fotografía, poesía y otras actividades, todas de temática taurina.
- Subvenciones directas a empresarios.
- Creación de material de comunicación.
- Seguros.
- Estructuras de los festejos.

Pero esto genera riquezas para el Estado.

Es cierto, como todas las empresas, actividades, e incluso los ciudadanos y trabajadores generan beneficios y riquezas para el Estado en el que aportan.

Eso no les hace sujetos de subvención. Si todas las personas que generamos riqueza pidiéramos una subvención colapsaría el sistema fiscal del Estado, ya que sería mucho más conveniente, y menos traumático, quedarnos con nuestro propio dinero y retenernos los impuestos, en lugar de pagar el impuesto y luego recibir la subvención correspondiente.
Todos generamos riqueza para el Estado y sin embargo son muy pocos los que reciben subvenciones, y más aún de éstas cantidades bochornosas.
Nos manifestamos…

Porque no queremos que nuestro dinero sea destinado al maltrato de animales; porque pensamos que existen otros destinos más urgentes, más representativos y más adaptados a nuestro tiempo en los cuáles poder invertir la recaudación resultante de nuestros impuestos y para el beneficio de todos; porque la tauromaquia es una enfermedad social y su subvención con dinero público es ante todo un agravante del problema, que hace que éste sea todavía peor y más vergonzoso. Decimos NO al detrimento de la educación a favor de la industria taurina; NO al detrimento de la sanidad a favor de los empresarios taurinos; NO al detrimento de la asistencia social a favor del maltrato de animales.

Ejemplos de subvenciones:

- El Gobierno de la Comunidad de Madrid destinó casi 500.000 euros (80 millones) sólo a la promoción de actividades taurinas en los ayuntamientos, y otros 110.000 (18 millones) a varias asociaciones taurinas.

La cantidad total es casi el triple de la ayuda destinada por el mismo Organismo a las ONG que realizan tareas humanitarias en Perú tras el terremoto. En el BOCM 117, de 14 de mayo, nuevamente se "convocan ayudas para el ejercicio 2007, destinadas a municipios de la Comunidad de Madrid que realicen actuaciones dirigidas al apoyo y fomento de actividades taurinas con el fin de potenciar al máximo la Fiesta de los Toros en el ámbito de aquella", destinando un total de 500.000 euros (80 millones) a este concepto, con 12.000 euros (2 millones) como máximo para cada ayuntamiento.

La Comunidad de Madrid invierte 6.000.000 euros (1.000 millones) en un Plan de Modernización de la plaza de las Ventas.

Este dinero, que sale de los impuestos que todos pagamos diariamente, es un bien limitado y contable, por lo no puede utilizarse dos veces. Esto quiere decir que todo el dinero que actualmente nos gastamos en maltratar animales no podemos gastarlo en otras cosas, como la sanidad, la educación, las estructuras, la asistencia social o la generación de empleo.

¿Qué es lo que hace que estas subvenciones sean, además de antidemocráticas, inmorales?

Es el hecho de que se utilicen para maltratar animales, y que dicho maltrato sea exhibido como un espectáculo.

El sufrimiento ajeno no es una “fiesta”

Un total de 17715 toros y novillos murieron en los ruedos de nuestra geografía en el año 2005*, eso sin contar a los“ becerros” (toros menores de 3 años). Antes de su agónico final, estos animales tuvieron que pasar por otros tormentos: la traumatizante práctica de la “tienta” a los dos años de edad para probar su futura “valía” en el ruedo, el “marcado” a fuego con un hierro incandescente y la separación de sus familias.

Antes de saltar a la arena, y para provocar al animal de manera que se defienda envistiendo, se le somete a golpes en riñones y testículos, y se le clava en la espalda un arpón con los colores de la divisa.

Una vez en la plaza la puya y las banderillas les desgarrarán tejidos internos, por lo que quedarán debilitados e incapaces de levantar la cabeza; la espada de hasta 1 metro de largo les destrozará pulmones, hígado, diafragma o corazón. Si la espada no es suficiente se le clavará el “descabello” y probablemente la “puntilla” también, armas que penetran entre las cervicales e intentan seccionar la médula espinal y dejar al toro incapaz de mover ningún músculo, siendo común que lleguen aún vivos al matadero.

* fuente: Ministerio del Interior.

Los animales necesitan tu ayuda
La diversión de unos a costa del sufrimiento de otros es una injusticia, ya sea esta un arte, o una tradición cultural.

Existen multitud de maneras de entretenerse que no suponen el sufrimiento y la muerte de ningún animal. No apoyes la injusticia. Apoya a quienes se oponen a ella. Porque la solidaridad no entiende de razas ni de sexos, ni tampoco de especies. Solidaridad con 18000 animales inocentes que necesitan nuestra ayuda.

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